La Trompa de Falopo

Casi tres décadas después de su último número, en junio de 1993, en octubre de 2020 apareció un nueva edición de la Trompa de Falopo, revista que nucleara a algunos de los llamados poetas de los noventa como José Villa, Mario Varela, Rodolfo Edwards, Juan Desiderio, Sebastián Bianchi y Darío Rojo, entre otrxs. La motivación de este número 7 fue la muerte de Ricardo “Circo” Cerqueiro, quien también fuera parte estable del “estaf” de la revista en sus primeros seis números. Para los lectores y espectadores la imagen de Cerqueiro está fresca: es uno de los entrevistados en La vida que te agenciaste (2017), documental de Mario Varela (incluido en esta página) acerca de la revista 18 Whiskys y sus poetas (perdidos).

Además de un homenaje -una celebración colectiva a “nuestros muertos”- que marca el tránsito de la juventud hacia el presente, hacia la perspectiva de un pasado que asoma como prueba de existencia, el último número de La Trompa propone también una idea sobre la comunidad. Aquella que el italiano Roberto Espósito propusiera en Communitas: la comunidad en tanto deuda o pérdida común. Sentarse alrededor del vacío, de la memoria, para construir(se como) una fuerza colectiva.

Entre 1989 y 1993 se editaron seis números de La Trompa de Falopo. Los primeros cuatro números contaron con Leandro Gado en el rol de director. Ya en el quinto y sexto número esa figura quedó sin nombre propio y se tradujo en una firma: «el director». Para esta última edición, Ricardo Cerqueiro ocupa ese lugar como si se tratara de la «revista de la muerte».

Respecto del tono -o los procedimientos- de la revista, la parodia siempre ocupó un lugar central. En sus páginas no sólo se fusionan las voces de los vivos y los muertos -un sistema de citas o marco de pertenencia‐ sino también personajes creados ad hoc como el Reverendo Pamechumbowe y texturas que se redefinen a partir de su recontextualización. Tal es el caso de algunas publicidades anacrónicas que podemos confundir con un poema concreto y absurdo. La Trompa de Falopo es un artefacto que mixtura citas, poemas, glosarios, injurias, entrevistas e imágenes (ilustraciones y fotografías) para crear un efecto de humor e irrealidad: ¿quién nos habla en esta revista?

Destacamos para esta presentación los tres dossiers de Poesía y crítica presentes entre los siete números -David Wapner, los hermanos Alemian y Ricardo Cerqueiro- y una extensa entrevista a Leónidas Lamborghini. Estamos ante la presencia de un pasado que elige reescribirse. Que se resiste a una clausura de sentido para, en términos de Mario Montalbetti, no convertirse en nostalgia y seguir marcando el ritmo del presente.

  • Título: La Trompa de Falopo.
  • Período: 1989-1993 /2020.
  • Números: 7.
  • Formato: Cuadernillo en blanco y negro.
  • Lugar de edición: Ciudad de Buenos Aires.
  • Director: Leandro Gado.
  • Colaboradores y ”Mantenidos”: Ezequiel Alemian, Manuel Alemian, Anónimo, Artaud, Syd Barret, Julián Beck, Sebastián Bianchi, Rafael Bini, Pierre Bonard, Norman Brown, César Bruto, William Burroughs, El Carpo, Casas, Ricardo Cerqueiro, E.M. Ciorán, Néstor Colón, Copi, Santiago Corona, Juan Desiderio, Dios, Doble C, Jean Dubuffet, Daniel Durand, A. Einstein, Macedonio Fernández, J. Fields, Daniel Freidemberg, Alejandro Gabba (alquimista), Witold Gombrowicz, J.J. Grandville, Érica Ehlert Haubrich, Jimi Hendrix, Natalia Jancowsky, Alfred Jarry, Ricardo Juricich, N. Kraisman, Larsen, Lefrance, Jorge Loscri, Lilian Maisonnave, Leopoldo Marechal, Lucas Martelli, D. Mirácolo, Ivana Mirelman, Andi Nachon, Nietzsche, Oaki, Roo Pamechumbowe, Ana Peroni, Fernando C. Pimentel, C. Piro, María Quevedo, Francisco de Quevedo, Georges Ribemont-Dessaignes, O. Ricardi, Ricerdi, María Esther Ricardo, Lilian Rojas, Darío Rojo, Elvira Romey, Cleopatra Sandoval, Sandro, Shirat, Susana, Tristan Tzara, Mario Varela, José Villa, David Wapner, Laura Wittner, Érica W., José Yanover.
  • Observaciones: Los primeros seis números son cuadernillos fotocopiados en tiradas que parten de los 7 mil ejemplares. El último número se publicó en 2020, más de veinticinco años después, con motivo del fallecimiento de Ricardo Cerqueiro, uno de los integrantes de la revista. En esta ocasión se trata de una revista en formato digital. En los “estafs” de cada uno de los números se combinan escritores, poetas y traductores con personajes apócrifos y escritores muertos. A partir del quinto número, desaparece la figura de director.